Llegaste rozando a mi alma
contra traje de fiesta
y lunas de plata.
Llegaste fugaz y celeste,
gacela silvestre,
brincando hacia mí.
Llegaste brillando sonrisas,
sembrando caricias
que brotan en mí.
Llegaste de un largo viaje,
sin más equipaje
que un canto feliz.
Ay, amor.
Llegaste con velas al viento,
volando las aguas
de mis sentimientos.
Llegaste adentro, muy dentro,
surcando los vientos,
queriéndome así.
Llegaste a mis ojos cerrados,
un día sagrado,
que ya vive en mí.
Llegaste de un largo viaje,
sin más equipaje
que un canto feliz.
Ay, ay, amor.
Llegaste a mis ojos cerrados,
un día sagrado,
que ya vive en mí.
Llegaste de un largo viaje,
sin más equipaje
que un canto feliz.
Ey, ay, amor, ay, amor.
Ay, amor, ay, amor.