La argentinita tanguera de beunas maneras y un barrio mejor,
pelos bañados en oro y ojos como fotos a todo color.
Con lágrimas dulce de leche y amargas de mate le dice un adiós
a la tierra prometida que tien una herida que la parte en dos.
Bay, bay...
La argentinita tanguera cruza la frontera en un barco a vapor,
en la caja de galletas guarda mil letras de cartas de amor,
también un batín de primaria firmado por todos y hasta el profesor,
van de la mano su madre, su hermano y su hermana va en su corazón.
Bye, bye, bye...
Y al pisar la malagueta
se le rompen las chancletas,
y ahí se queda, olvidando la pena de niña a mujer,
cambia la cumbia por rumba y el che por olé y olé y olé...
Si hay que buscarse la vida no hay despedida que esté de más,
ya no le queda familia cuando aterriza en la capital.
En casa se tapa con trapos y en el trabajo se viste de frac,
cuando termina le gritan: princesa en almíbar, por el Arrabal.
Bye, bye, bye...
Y al pisar la Malagueta
se deshacen las maletas,
y ahí se queda, olvidando la pena de niña a mujer,
cambia la cumbia por rumba y el che por olé y olé y olé...
La vida da muchas vueltas, para otros va en línea recta,
los hay que se pierden buscando una meta y los hay que la meta los mata de pena,
le gusta llorar con películas malas, comer golosinas, saltar en la cama,
no vive entre llantos ni cuentos de hadas, con chistes se ríe, con daño se amarga.
La vida es como es o como las quieras ver.
Y ahora la barceloneta la recorre en bicicleta
y va por las ramblas en brazos de un catalán,
cambió el serranito por fuet con tomate en el pan "lolailolailolailolai..."