Aunque venga el invierno
y se robe las hojas y la flor,
siempre habrá un lugar donde descansar,
y eso será en una colina de sol sobre el terciopelo marrón,
te llevaré.
Aunque siga la ciudad
con sus gritos y sus quejas,
siempre habrá un lugar donde descansar,
y eso será en una colina de sol, sobre el terciopelo marrón,
te llevaré.
Aunque vendan flores de papel
sin perfumes ni color,
siempre habrá un lugar donde descansar,
y eso será en una colina de sol, sobre el terciopelo marrón,
te llevaré.