No te rindas, por favor, no cedas,
aunque el frío queme, aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,

aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.
No te rindas, por favor, no cedas,
aunque el frío queme, aunque el miedo muerda,
porqué esta es la hora y el mejor momento,
porqué no estás sola, porqué somos cientos.

Y defender la alegría como una trinchera,
defenderla del escándalo y la rutina,
de la miseria y los miserables,
de las ausencias transitorias y las definitivas.
Y defendamos la alegría porque el día a día es ruina,
pero nuestra sonrisa no la doma el poder.
Y defender la valentía de creer en utopías,
porque con alegrías solo se puede vencer.
Defender la de esa familia palestina,
que duermen todos en la misma habitación,
por si a la noche cae una bomba y todo termina,
no quede nadie vivo con el peso del dolor,
y ese niño palestino solo quiere jugar,
ir al cole, estudiar, ser libre para soñar
solo quiere ser un niño normal
y no conocer los miedos de un adulto antes de ser su edad.
Y defendamos la alegría de ese nieto,
que busca bajo el suelo los restos de dignidad,
de ese abuelo que el fascismo hizo preso
y fue fusilado al alba mientras gritaba 'no pasaran'.
Y defendemos la alegría a pesar que los asesinos hoy gobiernan el estado,
y que ganaron la guerra ellos nos dirán y humanamente quizá nosotros hayamos ganado

No te rindas, por favor, no cedas,
aunque el frío queme, aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.
No te rindas, por favor, no cedas,
aunque el frío queme, aunque el miedo muerda,
porqué esta es la hora y el mejor momento,
porqué no estás sola, porqué somos cientos.

Y defender la alegría como una bandera
que no te hace prisionera, que no cree en dioses ni fronteras,
defendamos perseguir nuestras quimeras
porque hacen falta locos, hacen falta majaderas.
Y defendamos la alegría como un derecho,
como el derecho a pan, a trabajo y a techo,
como un derecho que nos niegan
pero si no llega iremos con todas nuestras fuerzas a cogerlo.
Y defendamos la alegría del que sube andamios,
y a los 50 ya no puede casi andar.
Y defendamos la alegría del minero
que se juega la vida por llevar a casa pan.
Y defendamos la alegría de esa camarera
que aguanta abusos de su jefe y de clientes,
con dolores de tobillos y cadera
pero por su familia lo hace siempre sonriente.
Y defendamos la alegría de ese preso,
que por su ideología le niegan la libertad,
pero no hay muros altos ni barrotes gruesos
que a las voces discordantes logren poder acallar.
Y defendamos la alegría de la clase trabajadora,
que a pesar de todo en pie resiste,
y no desiste al quedar muchas conquistas
y somos realistas y exigimos lo imposible

No te rindas, por favor, no cedas,
aunque el frío queme, aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma, aún hay vida en tus sueños.
No te rindas, por favor, no cedas,
aunque el frío queme, aunque el miedo muerda,
porqué esta es la hora y el mejor momento,
porqué no estás sola, porqué somos cientos.

(Gracias a victor por esta letra)

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