Un palacio encantado es mi casa desde que proclamaste la primavera allí y le ordenaste al frío en pleno invierno que regresara a sus dominios
y no volviera más.
Las hadas aparecen cuando quieren han hecho de este corazón su hotel, pero la suite la tengo reservada para quien yo me sé.
Soy lo más parecido a un gato vagabundo, acaba usted de entrar en el reino animal, a ti se te nota a simple vista que vas buscando algo que allá en tu hogar no hay.
Una ocasión así no se presenta siempre.
Ternura es el menú de cada día, los platos especiales también, alegría cocinada a fuego lento, sensualidad al vapor.
De postre hay amor recién cogido en todo su fulgor, para beber espuma de los días robados con unas cuantas gotas de ilusión.
Esta casa te parece muy bonita, pero en el fondo has de reconocer que aquí no hay armarios suficientes ni nada que esconder.
La nada eterna está muy bien si vas vestida para la ocasión x2
Uuuuuuh
(Gracias a Martichuela por esta letra)