Le grite mi numero por la ventanilla,
me preguntó si me mudé.
El tampoco sabia que no me llamaría,
supe que lo encontraría en otro lugar.
Las cosas cambian, es de ley.
Todo tiene un final como la monarquía.
Dime la verdad, ¿Tu piensas en mi?
¿Que te impedía venírmelo a decir?
Muchas noches me costaba dormirme
teniéndolo al lado, pensando en si seguir.
¿Cual es el limite? ¿Donde están las reglas
si yo te quiero y tu me quieres a mi?
Nunca me gustó la idea de compartirte,
aun sigo siendo muy elemental,
por dentro tengo fuego pero
no soy de arrepentirme ni hacérmelo fatal.
Yo me pregunto si la otra mañana
cuando me encontraste ibas con ese plan.
Si querías probarme te equivocabas,
a veces los pasos no se pueden dar para atrás.
Una mujer de mi categoría
no tira los dados si no va a jugar.
Ahora las cartas están sobre la mesa
y para empezar uno tiene que cortar.
Miedo a volar, no tengas miedo a volar,
ven conmigo yo te enseño,
no tengas miedo a volar...
Si me dejo llevar soy una descuidada,
si cuido lo que hago no se disfrutar.
La vida se pasa entre disculpas
y cuando quieres darte cuenta
ya no hay nada que disculpar.
Encima para colmo todo es mental,
te deseo tanto que me obliga a razonar.
El cuerpo es una cárcel y los carceleros
patrones aprendidos que tenemos que matar.
No pude dejar de pensar en esa linea,
esa que estábamos a punto de cruzar.
Mientras caminé traté de contar los pasos,
mirando tu nuca no me pude concentrar.
Estaba claro, habían cosas pendientes,
cosas con tias había que enfrentar.
Yo no tengo miedo, no le hago daño a nadie,
solo a mi reflejo le voy a dejar opinar.
Cuanto amor no correspondido.
Cuanto amor barra por caridad...
La manera en que tu me miras me convierte,
si no era creyente ya me puedes bautizar.
Tan importante es tener una razón para morir,
como para vivir enjaulada.
Aun que murieran atropellados esos pájaros
un día batieron sus alas...
Miedo a volar, no tengas miedo a volar,
ven conmigo yo te enseño,
no tengas miedo a volar...