Hace tiempo que sigo tus pasos,
a veces tan lejos de ti.
Y otras tan cerca, que has llegado a calarme en los huesos.


Como un niño que ha dado su primer beso,
Que no sabe después que decir.
Que no sabe si repetir o salir huyendo.

Tú robaste en la caja de mis sueños,
y los lanzaste por la ladera.
Ahora ruedan día y noche buscando pelea.

Tan simple como el placer de una hoja en blanco,
que yo te cuento lo que siento y mi lamento.
Gritaste con fuerza a los cuatro viento.

Que cuando venga el frío de la noche,
quiero que tu voz me de calor.
Que cuando compartamos los momentos,
derribes el muro de la decepción.

Con solo una canción,
es solo una canción.

Te busqué en el trago más amargo,
del rincón más oscuro del bar.
Y he bajado hasta el infierno a preguntarle a Satán.

Al final llegaste ante dos puertas,
en la frontera entre la inocencia y la mala vida.

Tan simple como el placer de una hoja en blanco,
que yo te cuento lo que siento y mi lamento.
Entraste con fuerza a los cuatro vientos.

Que cuando venga el frío de la noche,
quiero que tu voz me de calor.
Que cuando compartamos los momentos,
derribes el muro de la decepción.

Con solo una canción,
(tan solo una cancion)
solo una canción.
(tansolo una cancion).

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