Iba yo repleto hasta las trancas, retorciéndome.

He fruncido mi esfínter con saña conteniéndome.


Cuando al fin he plegado mis ancas aliviándome,

contemplaba el feliz resultado relamiéndome.



Pero no lo quiero para mí,

lo que busco es que tú vivas bien,

porque tú estás creciendo y te has de nutrir,

y además yo cocino fetén.



Devórate otra hez, devórate otra hez,

en tarrina o en un cucurucho

o la nueva receta del chef.

Devórate otra hez, ven, devórate otra hez,

y si quieres limpiarte los dientes:

escobilla y Pato WC.



Como sé que te gustan bastante las albóndigas

preparé con cariño unas cuantas mastodónticas.

Moldeé con mis manos figuras alegóricas.

Satisfice con ello mi vena escultórica.



Ha llegado la hora de comer

y, con ella, el momento de ver

cómo engulle mi niño como un campeón

sin que quede un pedazo de mier...



Devórate otra hez, devórate otra hez,

atragántate con las croquetas

o, si quieres, repite puré.

Devórate otra hez, devórate otra hez,

y rebaña ese poco que queda para no dejar sobras, joder.



Devórate otra hez, devórate otra hez,

en tarrina o en un cucurucho

o la nueva receta del chef.

Devórate otra hez, ven, devórate otra hez,

y si quieres limpiarte los dientes:

escobilla y Pato WC.



Devórate otra hez, devórate otra hez,

atragántate con las croquetas

o, si quieres, repite puré.

Devórate otra hez, devórate otra hez,

y rebaña ese poco que queda para no dejar sobras, joder.

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