Ya no tengo miedo a lo que venga
Tenga el nombre que tenga me da igual.
Ya no tengo miedo a lo que sienta
Porque ya no hay muro que saltar.
Y aunque vengan vientos de Levante
Aprendí, no hay que correr
Sólo esperar
A que pase el vendaval
Todas las mañanas
Por la ventana
Entra una luz
Que va directa a ti.
Y acaba destacando mi delito
En forma de torre circular.
Y me asomo a la ventana
Y la calle trabaja como siempre en hora punta
Y tú no estás
Entre la multitud.
Paso uno de mis dedos
Por el lomo lleno de polvo de un libro de Ray Vaughn (¿?)
Y a su lado te encuentro vivo disfrazado
En forma de antigua edición.
Y mi duda entre despertarte
O dejarte ahí
Me nubla el corazón
Y que nadie piense
Ni hable mal
De esta sensación
Que la tristeza es un derecho
Y el silencio..
Ya no tengo miedo a lo que venga
Tenga el nombre que tenga me da igual.
Ya no tengo miedo a lo que sienta
Porque ya no hay muro que saltar.