Sabés que no soy un tipo formal
pero decidí no apagar el fuego.
Me quedé más solo de lo normal

dejame ahora elegir con quién juego.

Tengo una pena acá, sobre la gloria,
y unos yuyos contra la bancarrota.
Esta noche quiero cantar victoria
y a vos te hace falta alguna derrota.

Sabés que ya no encuentro tu voz
aunque te nombre, aunque existas,
aunque te vuelva a ver.

Yo debería haber sido más hombre...
Vos, mi amor, un poco menos mujer.

Nunca intentes pelear
con Ricardo Bauleo
Nunca le hables de amor
a Liberta Leblanc
No te creas Don Juan
si no sos ni Romeo
si sos de San Lorenzo
y ella es de Huracán.

Nunca dejes de soñar
aunque sean pesadilllas
los malos pensamientos
un día se irán,
nunca digas:
"Y todo por una costilla"

Nunca juegues al póker con René Lavand.

Testigo cruel de grapa con limón,
garúa gris que todo lo anticipa,
resaca de mujer hecha canción...
canción de amor que me quema las tripas.

Viviste en el polo sur de mi calma
y con el sol de tu voz en mi almohada,
comprobé que en los suburbios del alma
las calles son angostas y empedradas.

Hay madrugadas en las que no duermo
como vigilias que nadie imagina...
Las noches en que me escondí en tu cuerpo
y en las que me paseaste por tus ruinas.

Nunca intentes pelear
con Ricardo Bauleo
Nunca le hables de amor
a Liberta Leblanc
No te creas Don Juan
si no sos ni Romeo
si sos de San Lorenzo
y ella es de Huracán.

Nunca dejes de soñar
aunque sean pesadilllas
los malos pensamientos
un día se irán,
nunca digas:
"Y todo por una costilla"

Nunca juegues al póker con René Lavand.


(Gracias a Marcos M por esta letra)

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