Cachorro qué te pasó,
porque si lloras también lloro yo,
que tus problemas son parte de mí,
porque tus lágrimas
nunca quisiera que fueran por mí.
Cachorro apóyate aquí,
sobre mi hombro,
que ya sé que tú,
tienes cosquillas y que solo así,
una sonrisa podré conseguir.
La luna bien puede ser
la que te haga mujer cada mes,
tal vez la espera de aquél que no está,
o la primera sorpresa
que tiene un cachorro a tu edad.
Fuera hace un viento
de mil y un demonios,
que pone de punta tus senos
con esa vulgaridad
que la vida da.
Y tú que aún necesitas
de sueños, de leche,
de luz encendida
de día y de noche,
temblando estás,
fuera estamos mal,
ven aquí... ven aquí.
Cachorro quédate aquí,
seré tu amante y tal vez esa amiga,
que cuando tú le preguntas por qué,
te sabe dar la respuesta,
un pedazo de vida, la mía.
Seré tu amante y tal vez esa amiga,
que en bicicleta te lleva a los sueños
que escapan un día.
Hacía los mares salados
de peces y olas,
a un mar que se baña de sol,
que se fue de aquí,
pero sigue en ti.
Porque tú aún necesitas
descubrir el mundo,
mi dulce cachorro
sin esa correa de la realidad,
con tu fantasía y la mía.
Y mi brazo pondré
bajo tu almohada
y si sueñas conmigo,
adormecida eres parte de mí,
miro hacia el techo
y me siento un poquito
cachorro contigo.