Estoy viviendo la osadía,
de la noche con el día,
sin descanso pa dormir.
Aunque me coman las ojeras,
y las noches pase en vela,
yo no paro de escribir.
Por las calles solitarias,
suena una historia clara,
un sueño de libertad.
No me importan ya las horas,
trabajando con la aurora,
mi pluma bien afila.
¿Que voy a hacer primero?
Quiero escribir mi credo.
Y voy creciendo en mis adentros,
ya me están saliendo cuernos,
trajinando, no quiero frenar.
Te maneja una balada,
y me quedan pocas ganas,
de arrimarme a tu pedestal.
Estoy sintiendo la agonía,
de que me quedan todavía,
muchos palos por vivir.
Y aunque tu charla tenga reja,
y me duelan las orejas,
aguanto mi por que si.
Me voy por la calle arriba,
y voy tragando saliva,
voto en el mio ser.
No me quedan callejuelas,
ni gazpacho, ni abichuelas,
ni sitios donde comer.
¿Y que voy a hacer si me hundo?
Vuelvo a perder el rumbo.
Y voy creciendo en mis adentros,
como un lago en el desierto,
no me escuchan, no paro de gritar.
Te tapono los oidos,
y me piro en un suspiro,
no pasa nada, lo mio es el pan.
En mi charca ya no hay barro,
y quiero ponerme guarro,
y luchar con un porque.
Me voy por la calle abajo,
y me importa un pingajo,
que tu ya quieras volver.
En las ciudades de los mares,
en los charcos y en los bares,
se comenta un renacer.
La muerte besa mi sombra,
ni te pierdas ni te escondas,
ni te eches a correr.
¿Qué pasará en un segundo?
Vuelvo a perder el rumbo.
Y voy creciendo en mis adentros,
como un tigre de oro negro,
trajinando, no quiero frenar.
Se refleja en tu cara,
que no dices no a nada,
te subiste en un pedestal.
Y voy creciendo en mis adentros,
como un lago en el desierto,
no me escuchan, no paro de gritar.
Te tapono los oidos,
y me piro en un suspiro,
no pasa nada, lo mio es el pan.
(Gracias a Eriol por esta letra)