Ay mi niño, ay mi Ángel, ay mi alma,
Ay mi niño, ay mi Ángel, ay mi alma,
de tanto que mis ojos te anhelaron
rayo de luz en un batir de alas
tu cuerpo es un suspiro de mis labios
tu voz nace del sur de mis entrañas.
Ay mi niño, ay mi Ángel, ay mi alma,
tu voz nace del sur de mis entrañas.
Fue tanto que mi vida es tu legado,
tanto esperé para que al fin mañana
que crezcan tus deditos en mis manos
y suban a mi boca tus palabras.
Ay mi niño, ay mi Ángel, ay mi alma,
la lámpara que muestra lo escondido,
la paz hace imposible las espadas.
Ay mi niño, ay mi Ángel, ay mi alma,
mi soledad te está llamando a gritos
del fondo enternecido de mi alma.
Ay mi niño, ay mi Ángel, ay mi alma,
tu voz nace del sur de mis entrañas.