Hoy te esperaré
en la esquina iluminada de mi calle. Oh ven
no puedo comprender

que nunca confesaras tu amor
aquella noche eterna. Daba igual.

Hoy te esperará
este reducto de marfil y de hueso que soy
me hiciste un gran favor
oh, nadie ha dado un paso por mí
yo era una luz enterrada con puñados de cal.

Y si estoy sólo esta vez, no es
casualidad
morir por ti sería un lento y bello final
y no regresarás a mi corazón
morir por ti sería un ambicioso final.

Hoy te esperaré.
Dime, dime a mí quién soy, qué soy
y en el oscuro soportal
señor, mi suerte al fin pudo cambiar
¿pero te extraña que exija de nuevo tu amor?

Hoy te esperaré
si dime, dime a mí quién soy, qué soy
y puedo comprender
que nunca confesaras tu error
aquella noche enferma. Era normal.

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