En la soledad de las estrellas,
en el corazón de las trincheras,
en el bulevar de la desazón
clavo mi bandera.
Como un escritor en horas bajas,
como el plagiador de las desgracias,
como un verso cojo sin acabar
en la ventana.
Un suspiro de gratitud,
un grito sordo en la multitud,
desconecta todo que me voy
con el viento errante.
Uno, dos y tres, déjate caer
por la habitacion 403,
dormiremos piel contra piel
hasta que muera el sol.
En un nuevo amanecer
Un suspiro de gratitud,
un grito sordo en la multitud,
desconecta todo que me voy
con el viento errante,
el viento errante,
con el viento errante.
El viento errante.
(Gracias a Jordi1967 por esta letra)