Si tuviera que encontrar un sitio, 
para leer mi corazón, 
lo haría en el salón dormido, 
										
junto a un libro y a una canción. 
Podaría las paredes para ampliar mi memoria, 
quitaría los adornos y las caracolas, 
bebería la miel de tu boca, 
que envasé por amor y derrotas, 
para leer tu corazón. 
Buscaría la postal del tiempo, 
que dejé sin mirar, 
tu rostro herido, tus manos cansadas, 
y a este pobre corazón. 
Podaría las paredes para ampliar mi memoria, 
quitaría los adornos y las caracolas, 
bebería la miel de tu boca, 
que envasé por amor y derrotas, 
para leer tu corazón.
(Gracias a Laura por esta letra)