Tú que me aliñas como una ensalada
y me lees como el poso del té.
Tú que vuelves mi ombligo la cuna perfecta
donde duerme tu dedo la siesta.
Tú que me aumentas de charco a bahía
y te adentras hasta no hacer pie.
Tú que vuelves mi tripa la almohada perfecta
donde duerme tu nuca la siesta.
Y poco a poco me vas
haciendo horizontal.
Y me trazas a besos
de uno a otro lunar
que entre abrazos se van
moviendo de lugar
y me trazas de nuevo
con besos que ahora van
de otro a otro lunar.
Tú que me aliñas como una ensalada
y me lees como el poso del té.
Tú que vuelves mi ombligo la cuna perfecta
donde duerme tu dedo la siesta.
Y poco a poco me vas