El vacío era su interior,
sentimientos sin respuesta,
cuando el silencio caía

divagaba en soledad.
En su alma se retorcía
la indiferencia de los demás,
el dar por nada
llenó de odio su corazón.
El odio arrastró
su mente a la frialdad,
todos los deseos
que él sembraba eliminados por los demás.
No era de esa raza
de superficialidad,
ellos lo enterraron
mas él los subestimará.
Sólo teme caer en el intento,
que la locura arrastre su mente,
que su odio a él lo aniquile,
que renazca en él el pasado.
En su mente se retorcía
la indiferencia de los demás,
el dar por nada pronto sembró
el odio en su corazón.

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