Comienzo a escribir palabras,
sin saber siquiera si te las leeré. Con la necesidad amarga de decirle a un papel qué siento, y no sé por qué.
Cuando me creía inmune al corazón, llegaste y me quitaste la razón.
Aquella caricia que me desnudó, y esa mirada que me revolvió.
Y una noche soñé que me besabas, que tocabas mi piel con tantas ganas, que al despertar y ver que no estabas mi deseo es dormir por volver a verte en mi cama.
Y esta noche he vuelto a soñar contigo, y soñé que mis labios rodeaban tu ombligo.
Y esta noche soñaré contigo, aunque al despertar en verdad no estés conmigo.
(Gracias a Johanna por esta letra)