Ella siempre pensó que la luna era un queso,
tenía que recibir cada minuto un beso,
y yo me despegué de sus delirios locos,
de esa montaña rusa de sentimientos.
Todos en el portal le llamaban loca,
aunque también morían por rozar su boca,
nada puede aplacar su tendencia suicida,
quiere más a una flor que a toda su vida.
Vestirla era más difícil que llevarse un gato al agua,
nunca encontré más calor que bajo esa falda,
desnuda era más bonita que la maja de Goya,
de noche temblando en sus brazos, se me iba la olla.
Un año compartiendo cama y desvelos,
sudores imposibles, whiskies con hielos
y nada nos hacía más felices
que una buena ración de canciones tristes.
Antes de convertirnos en algo roto,
dijimos ciao, adiós, mil gracias, hasta pronto,
ella me repetía nada es eterno,
ya encontrarás a otras pa´tus inviernos
Vestirla era más difícil que llevarse un gato al agua,
nunca encontré más calor que bajo esa falda,
desnuda era más bonita que la maja de Goya,
de noche temblando en sus brazos, se me iba la olla.
Vestirla era más difícil que llevarse un gato al agua,
nunca encontré más calor que bajo esa falda,
desnuda era más bonita que la maja de Goya,
de noche temblando en sus brazos, se me iba la olla.
(Gracias a Rober por esta letra)