Llega un nuevo niño al barrio y miran raro,
parece ser que está desubicado,
parece ser que está marcado, parece ser,
lo raro es entender que estén sus padres separados.
Primera semana en el sitio
y le ha encajado una ostia de un nota a un palmo más chico,
deja recetas contra el hipo, sólo y sin equipo,
reflejos en sus ojos complejos de edipo.
La vida sigue en la calle de un barrio sin asfaltar,
vaya detalle al fin le ofrecen jugar,
mediante el fútbol cree poder entrar en la vecindad
pero no es fácil la estrategia si no sabes chutar.
Sólo en la esfera va sólo con la esfera
lanzando los balones fuera sabe ya lo que le espera,
muchas dificultades por superar
y si la calle era dura más duro será el hogar.
Se fue una hija que ahora vuelve con dos críos,
su madre y su hermano un cuarto lo comparten con su tío,
"¿angelito de la guarda dónde te has metido?
te aviso que hay siete personas en éste piso"
Suena el teléfono y le llama papá,
su abuela enfadada, lo manda a cagar y arranca a llorar,
La amiga de papá quién lo hospedo unos meses antes
ahora ha resultado ser su amante.
Viajes espaciales, niños especiales,
vidas construídas con retales,
hoy gritar no vale, no existe la opción quejarse,
no es fácil aprender sin tener en quién fijarse.
Del cielo está lloviendo maná,
la luna sólo es luna hasta que sale mamá,
hoy gritar no vale, no existe la opción quejarse,
no es fácil aprender sin tener en quién fijarse.
(Sin tener en quién fijarse, sobrio)
Hace cola en la consulta del psicólogo
pero nada resulta éste trauma sólo fue prólogo,
se casca un buen monólogo, se quiere curar
heridas que no curan si has visto a mamá llorar.
La noche es dura, fantasmas,
y aún hay más que la escritura no me deja plasmar.
Continuos flashbacks,
en un piso de al lado se cocina un buen hash,
criado en los 80's,
la falta de heroína vuelve a la gente violenta,
la policía es lenta,
dos vecinos en la escalera ensarzados en una pelea sangrienta.
Se cuida en el jardín al entrar
ya que en el suelo hay jeringuillas que no puede pisar,
mascando menta, su coraza se empieza a forjar,
ahora lo intentan, pero sus ostias echan pa' tras.
Díganle adiós a la infancia tierna,
dos niños que se forjan sin la figura paterna,
a fuego en un cajetna, afuera esperan diez más,
pasando la cuaresma, más ése dolor no diezma.
Sólo de noche ve a su mamá,
la pobre curra todo el día, se la veía enlomada,
le sonreía y desaparecían las preocupaciones,
los vecinos se enrollaban lo invitaban a las vacaciones.
Se aferró a la ley de él por cojones porque
pasa de las drogas y sobresale en el deporte,
nadie lo defendió porque él era el mayor,
la historia de ése niño, ése niño que era yo.
Viajes espaciales, niños especiales,
vidas construídas con retales,
hoy gritar no vale, no existe la opción quejarse,
no es fácil aprender sin tener en quién fijarse.
Del cielo está lloviendo maná,
la luna sólo es luna hasta que sale mamá,
hoy gritar no vale, no existe la opción quejarse,
no es fácil aprender sin tener en quién fijarse.
(Sin tener en quién fijarse, sobrio)
(Gracias a Roberto por esta letra)