Album: Pequenas Anecdotas Sobre Las Instituciones
Desnuda de frío y hermosa como ayer, 
tan exacta como dos y dos son tres. 
Ella llegó a mí, apenas la pude ver 
aprendí a disimular mi estupidez. 
Bienvenida Casandra! 
Bienvenido el sol y mi niñez, 
sigue y sigue Bailando alrededor, 
aunque siempre seamos pocos los que 
aún te podemos ver. 
Les contaste un cuento 
sabiendolo contar 
y creyeron que tu alma estaba mal. 
La mediocridad para algunos es normal 
la locura es poder ver más allá. 
Baila y baila Casandra! 
Digo bien, bien, bien! 
La pude ver: 
no hablo yo de fantasmas ni de Dios 
sólo te cuento las cosas que 
se te pueden perder