Con los ojos rojos
de tanto buscar
y una marca en el pecho

por cada peso que hubo que pagar

Desde siempre con la espalda escrita dulcemente
por el puño de la madre
y la hebilla del cinto del padre

y aquí vamos otra vez
esta noche
y esta noche
baja por Sierra
esquivando los COPSA
con los ojos rojos
el pecho marcado
y la espalda escrita dulcemente
por el puño de la madre

aquí vamos otra vez
esta noche otra vez

maldito reflejo

y desde las vidrieras
los diablos escupen
tridentes al pasar
maldito reflejo.

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