Antes había casas bajas
donde ahora están las torres,
pero ni ahora ni antes
la gente llevaba alhajas.
Desde la torre más alta se ve
el mar de antenas de televisión.
Y fíjate, qué impresión,
se ve el campo con montañas detrás.
Todos los niños del vecindario
dicen que las torres son horrorosas
menos en otoño
cuando caen las hojas.
!Qué bonitas las torres rojas
en otoño cuando caen las hojas!
!Qué bonitas las torres rojas
en otoño cuando caen las hojas!
En el portal 31, quinto izquierda,
ocho iguales para hoy,
madre, padre, niño, niña, perro, gato, pez y flor.
¿Y quién vive mejor?
Seguro el perro o el gato,
o tal vez la flor o el pez.
Y el tío Antonio es casi un demonio.
Antonio qué bien te ves,
crece hierba bajo tus pies,
como el caballo de Atila pero al revés.
!Qué bonitas las torres rojas
en otoño cuando caen las hojas!
!Qué bonitas las torres rojas
en otoño cuando caen las hojas!
!Qué bien, qué bien, qué bonitas se ven!
!Qué bien, qué bien, qué bonitas se ven!
!Qué bien, qué bien, qué bonitas se ven!
!Qué bien, qué bien, qué bonitas se ven!
En el bar está la gente chillando,
hay un partido televisado,
afuera sonríe Lorenzo
y la gente se pone morena.
Oye mi alma, merece la pena
tomarse la vida con calma,
ay, porque el que no lo hace
tú sabes que la palma.
!Qué bonitas las torres rojas
en otoño cuando caen las hojas!
!Qué bonitas las torres rojas
en otoño cuando caen las hojas!
!Qué bonitas las torres rojas
en otoño cuando caen las hojas!
!Qué bonitas las torres rojas
en otoño cuando caen las hojas!
!Qué bien, qué bien, qué bonitas se ven!
!Qué bien, qué bien, qué bonitas se ven!
!Qué bien, qué bien, qué bonitas se ven!
!Qué bien, qué bien, qué bonitas se ven!