Míralo, cuídalo, piénsatelo bien antes de hablar,
habla contigo a solas y cuéntate que tal lo pasas,
y si lo pasas bien, que nadie te quite pan.
Puedes hablar pero hay que gritar y que te oiga mucha gente
y que te entiendan bien y que te besen bien
y que se besen bien y que se toquen bien,
pero hay mañanas en las que es mejor silbar.
Sentí llamar, sentí llamar y no quise abrir.
Ahora no vuelvo a cerrar la puerta, ahora me siento mal.
Si quieres duermo contigo otra vez, así me arroparé otra vez,
y contarás mi cuento por tercera vez,
pero que nadie lo oiga, esta vez me lo quedo yo.
Viene la fiesta y hay que oler bien, el rozar hay que tapar,
y se me porto bien luego me rozarás otra vez.
Así se hacen las cosas, me lo enseño mamá.
Sentí llamar, sentí llamar y no quise abrir.
Ahora no vuelvo a cerrar la puerta, ahora me siento mal.
Sentí llamar, sentí llamar y no quise abrir.
Ahora no vuelvo a cerrar la puerta, ahora me siento mal.
Sentí llamar, sentí llamar y no quise abrir.
Ahora no vuelvo a cerrar la puerta, ahora me siento mal.