Из альбома: Dos caras distintas
Hoy nos vieron pasar conduciendo a la velocidad
que usan sólo los locos pilotos de feria
un año sin dormir agarrado a un seco barril
y a esa cara de niños que no han roto un plato.
Arañándole al tiempo el minuto mejor
saltando a la calle tú y yo
ya sabes cómo hay que apurar
la última vida de un gato
la vida de un gato.
Cuando sobra el timón
nadie sabe en qué dirección
sopla el viento durmiendo la siesta en verano.
Nos dejamos llevar arrastrados por el vendaval
y esa ola que siempre me vuelve a la arena
apostándolo todo al mejor corredor
que nunca será ganador
ya sabes cómo hay que jugar
la última vida de un gato.
Arañándole al tiempo el minuto mejor
saltando a la calle tú y yo
ya sabes cómo hay que apurar
la última vida de un gato
la vida de un gato.