Traego el corazon herido,
quien me lo puede curar,
ando en busca de una dama,
que me quiera consolar,
ahora que me estoy fijando,
creo que podrias ser tu,
o tu, o tu, o tu, o seguramente tu.
Me gusta esa chiquita,
la del cabello largo,
la de la falda corta,
o el pantalon pegado,
quien venga apapacharme,
a darme masajitos,
que alze la mano aquella,
que revive el enfermito.
(Y quien quiera ser mi enfermera,
puede curarme a su antojo,
puede darme masajitos,
alcabo que no me enojo).
Yo no tengo preferencias,
sean llenitas o delgadas,
si soy gueras o morenas,
eso no me importa nada,
ahora que me estoy fijando,
creo que podrias ser tu,
o tu, o tu, o tu, o seguramente tu.
Podria ser señorita,
casada o dejadita,
gatita o trompudita,
grandota o chaparrita,
quien venga apapacharme,
a darme masajitos,
que alze la mano aquella,
que revive el enfermito.
Me gusta esa chiquita,
la del cabello largo,
la de la falda corta,
o el pantalon pegado,
quien venga apapacharme,
a darme masajitos,
que alze la mano aquella,
que revive el enfermito,
que revive el enfermito,
que revive el enfermito.