Deberías saber
la razón del porqué
de tus muchos fracasos.
Me ha costado entender
cuánto puede doler cualquier ocaso.
Esa noche en que te despedí
los reproches fueron encerrados.
Lo que queda hoy es mi voluntad
de elegir, de pedir, de decir...
Ya no me cuentes más tu vida.
¡Vete de aquí y olvida!
No quiero más heridas,
no soy suicida.
Prefiero seguir así,
con la lección aprendida.
Ya no eres tú la sal de mi comida.
Ya no me cuentes más tu vida.
Deberías saber
que yo soy el lugar
tantas veces pisado.
Has echado a perder
lo mejor del ayer,
nuestros sueños borrados.
Hoy te miro y me cuesta creer
que viví con los ojos cerrados.
En ausencia de mi voluntad
no elegí, me callé, no pedí...
Ya no me cuentes más tu vida...
Ya no me cuentes más tu vida...
(Gracias a Beapi por esta letra)