No recuerdo nada de la gente alrededor,
sólo sus dos ojos y su voz;
no recuerdo cuantas horas pude resistir
mi memoria está en el hombre al que vi morir.
acuérdate de mí, cuando venga tu reino,
no me dejes solo.
su voz me respondió y al mirarme sus ojos
fueron mi esperanza.
no sé si era noche o era día en jerusalén,
era tan extraña aquella luz;
no sé cómo fue que coincidí allí con él,
sé que yo sí merecía aquella cruz.
acuérdate de mí, cuando venga tu reino,
no me dejes solo.
hoy mismo te veré cabalgando a mi lado,
en el paraíso.
no recuerdo nada bueno que haya hecho yo,
sólo aquel momento que viví;
cuando le vi a él por fin me pude ver a mí,
mi miseria y mi maldad reconocí.
acuérdate de mí, cuando venga tu reino,
no me dejes solo.
su voz me respondió y al mirarme sus ojos
fueron mi esperanza.
no recuerdo nada de la gente alrededor,
sólo sus dos ojos y su voz;
no recuerdo cuantas horas pude resistir
mi memoria está en el hombre al que vi morir.
(Gracias a Miqueloangelo por esta letra)