Mi primer poema lo escribí al perder mi gran amor,
la primera letra que escribí fue la carta en la que le dije adiós.
La primera estrofa que canté fueron llantos al nacer.
Por los gritos cuentan que elegí por nana un rock and roll.
Desde que tengo razón
ella ha sido mi consuelo, ella es mi voz.
No voy a dejarte nunca, pues tú eres mi amor,
no voy a olvidarte mientras viva.
No te cambiaré tú eres mi primer amor,
pues mi casa es una canción.
El primer país al que viaje lo hice sin mover los pies,
una melodía me llevo de turismo hacia mi voz.
La primera vez que dije: “amor”, un piano habló por mí,
la primera vez que me vendí mi guitarra se rompió.
Pentagramas en mi piel
tatuándome de estrofas mi canción.
No voy a dejarte nunca, pues tú eres mi amor,
no voy a olvidarte mientras viva.
No te cambiaré tú eres mi primer amor,
pues mi casa es una canción.
Si abandonas una melodía, un verso o una canción
se te pudrirá de soledad tu voz.
No voy a dejarte nunca, pues tú eres mi amor,
no voy a olvidarte mientras viva.
No te cambiaré tú eres mi primer amor,
pues mi casa es una canción.
No voy a olvidarte nunca, sólo abrázame,
entre versos anida mi voz.
Y si he de morir, que me entierren junto a ti
sobre el ataúd de una canción.