Yo me quiero marchar, salir hacia ninguna parte.
Esta noche ya estaré muy lejos...
No volveré jamás, no me veréis llorar.
Nada es valioso y yo ya no lo quiero.
Me tengo que marchar.
Me he girado a ver todo lo que dejo atrás.
Pensar que he crecido aquí, entre vuestra mezquindad...
Recordad:
Sólo me enseñasteis a creer esencial lo que me hace enfermar:
una vida triste con la que poder demostrar que me sé integrar.
No volveré jamás, no me veréis llorar.
Nada es valioso y yo ya no lo quiero.
Sólo me enseñasteis a creer esencial lo que me hace enfermar:
una vida triste con la que poder demostrar que me sé integrar.
Sólo me enseñasteis a morir...
¡Recordad, recordad, recordad!
Sólo me enseñasteis a morir.