Es normal que la distancia sea como un cortafuegos,
que convierte una montaña
en dos montones de arena,
tan cercanos, tan distantes,
tan desnudos siempre eternos, paralelos…
Triste puedo estar conmigo y no necesito a nadie,
pero para estar feliz eres tú la que me vale,
ya llevamos en la espalda cicatrices de los dos,
lo que unas veces se perdona y otras no…
Quien me iba a decir,
que cada día es una vida entera,
quiero para mí tu promesa de comerme el corazón.
Es normal que los deseos se disfracen de esperanza
y se arrastren por el suelo
con los restos del gran plan,
quien pudiera imaginar quien pudiera imaginar…
Quien me iba a decir,
que cada día es una vida entera,
quiero para mi tu promesa de comerme el corazón,
quién me iba a decir,
que cada día es una vida entera,
quiero para mí tu promesa de comerme el corazón,
quien me iba a decir
que casa día es una vida entera,
tengo para ti, la promesa de comerte el corazón.


(Gracias a Rö por esta letra)

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