Yo le puse luz a tu candil,
y llené de piedritas tu cornisa.
Eran mías las huellas, de los pies en la arena,
y son mías las huellas del amor de tu vida.
Yo puse una almohada en el sofá,
para verte escribiéndome poemas.
Eran mías las alas que rodeaban tu pecho,
y son mías las alas, que volaron con tus sueños.
Yo soy el recuerdo inmenso
tan grande que hasta soy presente
no puedo sacarte de mi mente,
ni arrancarme el alma.
Yo soy el recuerdo eterno tan inolvidable,
soledad y luna llena, nostalgia en el aire.
Yo fui una semilla en campo abierto,
(yo crecí por ti)
Y crecí en mil flores a tu alrededor
(y te acompañé)
Embotellando sueños, para tirarlos al mar
y juntos construimos, este amor que ya es eterno.
Yo soy el recuerdo...