Como peregrinos en ésta tierra,
Debemos de aprender a que siempre,
Estaremos en nuestro andar
Por el mundo que tú fundaste.
Los caminos se han formado,
A base de andar por ellos,
Cada paso es un destello
De tus seguidores pasados
Tu eres Alfa y Omega de mi vida,
De lo que fui sin ti… ya no me acuerdo
Borré toda estela de mi camino,
Al entrar al abrigo de tu amor
Cuando ya no encontraba más camino.
Tú me abriste camino en el desierto,
Cuando agonizaba de sed me diste de beber,
En ese manantial de agua viva
Inagotable y eterno que solo tú lo das.
Me has guiado en tu camino,
Y llegue a salvo a tu ciudad,
Porqué lámpara es á mis pies tu palabra,
Y lumbrera mi camino.
En la ciudad que me enviarás
No es necesaria la luz del sol y de la luna
Porque la gloria de Dios iluminará
Y su lámpara es el cordero.