El polvo y el tiempo acumulados
sobre tu esperanza, se olvidaron de ser
Se han ido fugado de tus ojos
dandole sitio a luces propias de una mujer
por eso tu sonrisa ha cambiado
algo en este invierno, que ya no pasara
sin luz, como todos los inviernos
tenaz, como todos los inviernos
feroz como todos los inviernos
estas desafiando a la ciudad
a aquella señora que hace bien el cafe
al manso marido que despierta a las seis
y al tonto reloj del rey
No sabes cuanto de subversivo
vive en una sonrisa que no quiere comprar
y cuanto de muerte hacia el pasado
que se incrusta en los dedos
cual restos de humedad
la historia choca contra tu saya
y hacen remolinos que huyen del amor
como se dice que hoyen los demonios