Tanta rabia atrapada, tanto odio que devolver,
excesos de juventud o simple estupidez.
Aposté contra mis chances,
me fui de boca más de una vez,
cambié golpe por golpe
hasta que olvidé porqué.
Vuelvo por donde me fui, a mí nadie me llamó,
espero que lo entiendas, no sé pedir perdón.
Mucha agua bajo el puente, muchas lágrimas que secar,
los que más cerca estaban, los que lastimé más.
Harto de morder el polvo,
harto de besar el piso,
el único beso que me acompañó.
Vuelvo porque simplemente no sé renunciar,
si algo me enseñaste es a pelear hasta el final.
Me pregunté dónde está mi ilusión,
prendida de tus labios se quedó…
En el final,
en el final.
Me arrastro hacia tus brazos una vez más.