Vamos pastores, vamos, Vamos a Belén,
A ver en ese niño la gloria del edén
A ver en ese niño la gloria del edén
La gloria del edén, del edén...
Ese precioso niño, yo me muero por él
Sus ojitos me encantan, su boquita también.
El padre lo acaricia, la madre mira en el,
Y los dos extasiados, contemplan el aquel ser
Contemplan aquel ser...
Vamos...
Un establo es su cuna, su casa es un portal.
Y sobre duras pajas, por nuestro amor está.
Allí duerme el niñito, junto a un mula y a un buey;
Y bien cobijadito, con un blanco pañal, con un blanco pañal...
Vamos...
Es tan lindo el chiquito, que nunca podrá ser,
Que su belleza copien, ni el lapiz, ni el pincel.
Pues el eterno Padre, con su inmenso poder,
Hizo que el hijo fuera, inmenso como él, inmenso como él.
Vamos...
Yo pobre pastorcillo, al niño le diré,
No la buena ventura, ¡eso no puede ser!
Ledire que perdone, lo mucho que pequé,
Y en la mansion eterna un ladito me de, un ladito me de...
Vamos...