Mi vida empezó aquel día, más bien aquella noche,
sonreía y te vi ahí, saliste de su coche.
Quería disimular, estaba como perdido,
y tocaste, el timbre, de tu voz, en mi oido.
Contando las palabras que me faltan,
las miradas que se pierden, los minutos que se gastan.
Estaba más cerca de la resaca y ella de vomitar,
pasamos de un plano físico a uno espiritual.
Quien sabe si esta noche, nos puede guiar a donde,
la mente no alcanzará y al corazón le corresponde.
Iré más lejos aún, donde jamás llegaron otros.
en un mundo, solamente, creado para nosotros.
La distancia una excusa, escucha, es mucha,
si fuera sólo eso, seguiría esta lucha.
Para qué seguir fingiendo, que sólo es amistad,
cuando yo siento, por dentro, que te quiero de verdad.
Supesta, princesa, contesta, responde,
curas mis heridas sin tocarme, pero donde,
buscar, aquella noche en un bar,
mi única esperanza es volver a vomitar.
Estoy...
Sentado en un bordillo, a veces me lo pienso,
algo denso, de repente, noto el brillo, es intenso.
En mis ojos, des-pojos, YeSh, te abre los cerrojos,
de las puertas donde habitan mares rojos.
Bella, e-popeya, de, mensaje en botella,
eh, no te llamé, pero se, que, hice mella.
Estrella, tu novio sólo es segundo plato,
si yo soy el primero es porqué seré pa-ella.
Cada día es distinto, tienes toda la razón,
porque YeSh es cabezón, como un cartón, de vino tinto.
Llevo algo bien adentro, y no puede salir, al ir,
a mil, la ira gira, mira, ya no se fingir.
Seré su profesor particular hasta el ocaso,
le daré clases de lengua y si quiere de repaso.
Veo química en tí, aunque soy de letras siento,
que te puedo enseñar, las fuerzas de rozamiento.