Из альбома: Que no nos cierren los bares

Un pelo corto y un macuto,
un gesto resignado,
lo único que vi a mi amigo
cuando allí se lo llevaron.

Solo sabía gritar,
¡yo no quise me obligaron!
Le destinaron a Melilla
para ser soldado.

Al final ya estaba harto
de no poder nunca opinar,
de sentirse como un extraño
muy lejos de su ciudad.
Cuando estaba de permiso
siempre se iba a buscar
un buen costo muy barato
que allí podía pillar.

Así que ya sabes,
cuando vuelvas...

¡TRÁENOS TXOKO!
¡TXOKO DE MELILLA!
¡TRÁENOS TXOKO!
¡TXOKO DE MELILLA!
¡TRÁENOS TXOKO!
¡TXOKO DE MELILLA!

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