Soy mi esclavo interior
que restaña sus heridas mordiéndose los puños.
Soy un extraño anterior
volatinero que desata falsos firmamentos.
Y es que hoy
que este fuego incontrolado arrasa el pensamiento,
hoy que soy prisionero en mis deseos,
queda lejos mi antiguo culto estoico.
Habrá lugar para los errantes,
habrá tiempo de errar.
Hoy pienso en la canción del emigrante,
la del turista residual.
Ahora que el bombeo de la sangre
descorazona extrañamente,
hoy pienso en la canción del emigrante.
En gente atrapada que lucha en su desierto,
en la gente corriente.
Una ciudad llena de gente pasmada,
ese sería yo pidiendo ayuda.
Pidiendo ayuda,mano tendida,
buscando plenitud; ese animal esquivo.
Un rudimentario destino de hueso y luz anaranjada,
ese sería.Un lanzador espacial necesitado
de abrazaderas y raigambres yo sería hoy.
Y es que hoy que un descontrolado fuego
arrasa el pensamiento,
hoy que soy prisionero y te deseo,
queda lejos mi antiguo culto estoico.
Habrá lugar
.emigrante,la del viajero emocional.
Ahora que varado y diletante
la tablazón se va combando,
hoy pienso en la canción del emigrante.
De gente indignada en busca de portentos,
en la gente corriente.(4v)
Y no se trata de amor o desencuentros.
Nada de años perdidos.
Ni tan siquiera añorar ese fulgor inherente a las vidas.
Hoy sólo quiero ganar la mano a la impaciencia
y a la desidia que atrae la mueca desolada.